CITA FALSA DE ELENA G. DE WHITE

Queridos Hermanos y Hermanas:

Varias personas me han escrito en los últimos días preguntándome en cuanto a una supuesta cita de Elena White que se encuentra en Review and Herald que ha estado circulando en el internet. La supuesta cita de Elena White dice así:

“Desde ya, el archienemigo de Dios está movilizando fuerzas, influencias y acciones; todas ellas encaminadas a extirpar los principios de Dios y conseguir por fin, neutralizar el trabajo de los elegidos... Sabe él, que, si estos permanecen dormidos y atrapados en sus negocios terrenales, la venida del Esposo, les sorprenderá sin la debida y necesaria preparación.

Vi que Dios no contenderá para siempre con el hombre. La impenitencia de la humanidad y su abierta rebelión contra Dios y sus santos estatutos, desencadenará una sucesiva cadena de maldiciones sobre la tierra, mediante las cuales estaremos obligados a tomar una decisión. Dios ejecutará sus juicios contra la raza caída, por medio de la misma mano del hombre. Hará que la naturaleza cobre venganza contra aquellos que la destruyen.

Vi que los hijos de Dios, envueltos aún en sus motivos egoístas y sus empresas banales, serán derribados y Zarandeados, más se levantarán y sobrevivirán sólo los que tengan aceite (El Espíritu Santo) en sus lámparas.

Una gran tormenta de hechos lamentables y globalmente trágicos le espera a la tierra. Vi que uno de los Ángeles que detienen los cuatro vientos, desde Oriente, movilizó su mano y se produjo gran confusión e incertidumbre. hubo una gran mortandad que se extendió desde el Oriente hasta ocupar a las naciones más populares y ostentosas de la tierra. Ninguno pudo escapar de la mortandad. Ni rico, ni pobre, ni libre, ni esclavo. nadie podía reclamar, velar ni enterrar a sus muertos. Muchos morían a la vista impotente de todos y caían agonizantes en las calles.

Quedé mucho más Abrumada cuando el Señor Jesús me reveló lo que se escondía detrás de esta gran mortandad. Me dijo Él: Es sólo principio de dolores. Luego me llevó a la casa Blanca de los Estados Unidos de América y después de mostrarme, me explicó que esa gran mortandad había sido puesta en marcha intencionalmente por un líder republicano que se ha de levantar, que operará en conjunto con las denominaciones e iglesias que algún día fueron protestantes y con el clérigo Papal. Estos generarán miedo colectivo, caos e incertidumbre mundial, al punto de doblegar las economías de todos los países y especialmente la de Europa y Estados Unidos; de modo que nadie podía estar seguro. Se colocaron en marcha leyes marciales que impedían la libre movilización de las gentes. Los reyes y gobernantes de la tierra concertaron a una y casi de forma unánime, el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial, con la promesa de lograr paz y seguridad.

Vi que el Clérigo Papal hablaba como cordero. Sus asertos eran halagadores y esperanzadores. Hablaba justicia, bondad y paz, de tal manera que no inspiraba maldad ni malicia. Todas las naciones se inclinaron ante él y concertaron ejecutar sus propósitos salvaguarditas.

Por un momento, como por un impulso natural, mi mirada se posó sobre el pueblo de Dios. La mayoría dormía en un letargo engañoso. Había un pequeño grupo que se disponía a enfrentar y denunciar a la gran ramera y al falso profeta, aún a costo de sus vidas.

Me estremecí y entristecí porque la situación de los Adventistas del Séptimo Día era precaria, seguían casándose y dándose en casamiento, comerciando y traficando; pero sin estar apercibidos y conscientes del gran momento y de los grandes intereses eternos que estaban en juego. Una mano no humana, me señaló y me hizo ver a las grandes multitudes de gente en toda la tierra y con voz pausada y vehemente, me dijo: La tierra gime y clama con grandes dolores de parto, esperando la Manifestación Gloriosa de los hijos de Dios.

Los entendidos entenderán y encenderán antorchas y la tierra será alumbrada con su gloria.

Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía y ponen por obra las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca. Apocalipsis 1:3. RH, abril 25 de 1889.”

ESTA CITA ES APÓCRIFA. ELENA WHITE NO ESCRIBIÓ ESTA CITA. ES MÁS, NO EXISTE NINGUNA EDICIÓN DE LA REVIEW AND HERALD QUE LLEVA LA FECHA ABRIL 25, 1889.

Hermanos y hermanas, tengamos mucho cuidado en aceptar cualquier información del internet pues hay mucha desinformación.

Los que inventaron esta cita deben recordar las palabras de Apocalipsis 22:18-19:

“Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.19 Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”

Bendiciones, Pastor Esteban Bohr publicado el 5 de mayo de 2020